Los estudios HAZOP (Análisis de Riesgos y Operabilidad) son un método probado y bien estructurado, basado en el trabajo en equipo, para identificar los peligros existentes en el diseño de procesos o en las modificaciones que se pretendan incorporar.
El sistema realiza un examen pormenorizado del proceso y de las modificaciones a realizar en instalaciones nuevas o ya existentes, con el fin de evaluar los peligros potenciales de su funcionamiento al margen de las intenciones de su diseño o de averías de partes concretas de los equipos y los efectos que éstas pudieran tener sobre el conjunto de las instalaciones.
Los estudios HAZOP son dirigidos por un coordinador con experiencia. Para los proyectos en el sector de los hidrocarburos, en el equipo siempre participa personal de Procesos, Ingeniería de Proyectos y Operaciones, pudiendo ser necesaria la participación de técnicos de procesos, especialistas en medio ambiente y de los responsables de la empresa de seguridad e higiene y medio ambiente en determinadas partes del trabajo.
¿Cuáles son sus ventajas principales?
La identificación rigurosa de los peligros es la clave para conseguir una gestión de riesgos eficaz, puesto que si no se detecta un determinado peligro, no será posible tomar las medidas correspondientes para reducir el riesgo. Un peligro que se pase por alto podría tener importantes consecuencias para el resto del proyecto. Un estudio HAZOP eficaz aporta la mejor información, ya sea en lo que se refiere a la seguridad, el medio ambiente, el funcionamiento de la planta o su mantenimiento.
Los estudios HAZOP ayudan a:
- Que se identifiquen y corrijan potenciales desvíos de las funciones inicialmente proyectadas
- Que se conozcan los posibles peligros de los equipos y procesos para la seguridad, higiene y medio ambiente
- Que se puedan planificar las acciones encaminadas a mejorar los equipos y los procesos necesarios
- Que las medidas tomadas puedan ser auditadas por la dirección de la empresa y las inspecciones de la Administración.
Compañías aseguradoras exigen a las empresas que realicen estudios sobre los peligros existentes y una valoración de riesgos, tanto durante el diseño de sus instalaciones.